20 de enero de 2019

Las sorpresas que esconde el reparto de la inversión pública por comunidades autónomas

  • Las inversiones públicas por habitante asignadas a Cataluña entre 2012 y 2019 están un 25% por debajo de la media nacional, mientras que Galicia y Castilla y León la duplican
  • En los últimos ocho años, Baleares, Navarra y Canarias son las comunidades que menos dinero por habitante reciben del Estado para inversiones
  • Extremadura encabeza la distribución per cápita de dinero público en las Cuentas de 2019

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Uno de los trenes de alta velocidad en Atocha (Madrid).
Uno de los trenes de alta velocidad en Atocha (Madrid). 
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El Estado repartirá este año un total de 12.182 millones de euros entre las 17 comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla, para inversiones en todo tipo de infraestructuras y nuevas actuaciones, un 18% más del dinero consignado en 2018. Con esa cifra casi se recupera la inversión territorializada de 2012, cuando se alcanzaron los 12.707,4 millones y los gobiernos del PP empezaron a recortar el gasto público para controlar el déficit. En 2017 se hundió en su mínimo de los últimos ocho años, con una reducción del 32%, para quedarse en sólo 8.618,57 millones de euros.

Este capítulo es sólo una parte del dinero que las comunidades autónomas reciben cada año del Estado. A las inversiones reales se le suman las transferencias del Fondo de Compensación Interterritorial, los incentivos regionales y los fondos europeos, así como los regímenes fiscales especiales de Canarias, País Vasco y Navarra. En cualquier caso, la parte del león de estas inversiones tienen su origen en las infraestructuras que sufragan las empresas públicas adscritas al Ministerio de Fomento: ADIF, AENA, Puertos del Estado y Seitssa (Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre).

Este año el reparto ha cambiado sustancialmente respecto a los años anteriores. El aumento de la partida destinada a Cataluña se ha interpretado como un gesto del Gobierno para acercar posiciones con los independentistas a cambio de su apoyo a los Presupuestos del Estado en el Congreso. A los catalanes, los 2.051,38 millones de euros presupuestados les supondrán una mejora del 52% sobre 2018, pero la comunidad autónoma que más ha aumentado su inversión estatal es Navarra, un 92%, hasta alcanzar los 108,51 millones de euros. Le siguen la Comunidad Valenciana, con un 61% por encima del pasado ejercicio –1.189 millones–, y Andalucía, que crece un 44% –2.132,77 millones, la que más recibe en números absolutos–. Tras andaluces y catalanes, las mayores partidas se las llevan la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana, además de Castilla y León.




Sin embargo, si se divide la inversión pública por el número de habitantes de cada comunidad, la distribución resultante da un vuelco. Cada extremeño recibirá este año 459,52 euros para inversiones –los que más–, casi lo mismo que cada castellanoleonés –452,36 euros–. Cantabria será la tercera comunidad más beneficiada, con 424,66 euros per cápita, mientras que Aragón percibirá 410,93 euros y Castilla-La Mancha, 313,56 euros por habitante.
 
LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS MÁS FAVORECIDAS

Entre 2012 —primer Presupuesto del PP de Rajoy— y 2019 el Estado ha financiado inversiones por un total de 86.773,82 millones de euros en las 17 comunidades autónomas. La que más fondos ha recibido cada uno de esos años ha sido Andalucía, que es también la más poblada y la segunda con más kilómetros cuadrados tras Castilla y León. En total, 13.758,4 millones de euros, el 15,8% de la tarta que se ha repartido en los últimos ocho años.

Detrás le siguen Castilla y León y Galicia hasta 2016; a partir de 2017 Cataluña y Madrid les adelantaron en el reparto de fondos estatales. Aun así, la comunidad que preside Juan Vicente Herrera ha conseguido en ocho años 10.900,57 millones de euros, 465,26 millones más que CataluñaGalicia, la cuarta de la clasificación que más inversiones ha recibido, suma 9.746,92 millones.

Pero, si se considera la población, tanto Andalucía como Cataluña se sitúan por debajo de la media nacional en inversiones públicas, que es de 1.862,14 euros per cápita. A cada andaluz se le han adjudicado 1.638 euros y a cada catalán, 1.558 euros. Mientras que los fondos per cápita recibidos por Castilla y León ascienden a 4.413 euros, lo que multiplica por 2,3 la media nacional, y a 3.568 euros los percibidos por Galicia, el doble del promedio español. Los castellanoleoneses encabezan la clasificación por habitante todos los años hasta 2017 y sólo en 2018 y 2019 bajan a la segunda posición. Los gallegos se han mantenido en ese puesto hasta 2016 y únicamente en este ejercicio han caído hasta el séptimo.

Los motivos de esta lluvia de millones para gallegos y castellanoleoneses no es otro que las enormes partidas destinadas a la infraestructura del AVE. Como queda dicho más arriba, la mayor parte de las inversiones estatales territorializadas corresponden a actuaciones del Ministerio de Fomento. De hecho, el 70,4% de las inversiones reservadas para Galicia entre 2012 y 2015 correspondían a las empresas públicas dependientes de Fomento. Y el 61,5% de las destinadas a Castilla y León.
 
LAS MENOS AGRACIADAS

Los farolillos rojos de la inversión pública también repiten año a año. Además de La Rioja, la comunidad peninsular con menos población y territorio, Baleares, Canarias, Navarra y Cantabria son las que menos han rascado de estos fondos estatales desde 2012. La Rioja ha percibido un total de 607,55 millones de euros, casi 23 veces menos que Andalucía. Navarra, sólo un poco  más, 640,35 millones. Baleares, 1.069,28 millones de euros. Este ejercicio, las partidas destinadas a la Comunidad Foral han sido las que mayor aumento anual han experimentado, un 92%. Las reservadas para el archipiélago mediterráneo han crecido un 11%.

En el reparto per cápita, Baleares se sitúa en el extremo de la cola, con sólo 942,93 euros, un 49,36% por debajo de la media nacional. A cada navarro le corresponden 1.001 euros y a cada canario, 1.021 euros. Sin embargo, con este parámetro, Cantabria y La Rioja escalan hasta situarse por encima del promedio español, de forma que a cada cántabro se ha destinado una inversión de 2.790 euros, los terceros sólo por detrás de los ciudadanos de Castilla y León y Galicia, y a cada riojano 1.929 euros, por delante de Andalucía, País Vasco, Cataluña y Madrid.


 
CATALUÑA, POR DEBAJO DE LA MEDIA NACIONAL

Cataluña ha recibido para inversiones un total de 10.435,31 millones de euros desde 2012, lo que la convierte en la tercera comunidad autónoma en fondos tras Andalucía y Castilla y León en el global del periodo. Fue la cuarta del ránking hasta 2016 y desde 2017 ha escalado hasta el segundo puesto. Sin embargo, en el reparto per cápita cae a la duodécima posición: 1.399 euros, un 24,8% por debajo de la media nacional de inversiones públicas. Los andaluces, en el décimo escalón, tienen un 12% menos del promedio.

La subida aplicada en las Cuentas del Estado de este año permite a los catalanes subir unos cuantos peldaños y quedar en el octavo puesto en inversión per cápita, casi en la mita de una tabla que encabeza Extremadura. Los 2.051,38 millones de 2019 suponen la mayor partida para Cataluña desde 2012. En 2014, cuando menos dinero recibió, 948,89 millones de euros, sufrió un recorte del 33% respecto a 2012.
 
LOS MAYORES RECORTES

En 2019 la inversión pública para Galicia ha quedado recortada a 757,1 millones, el mínimo de los últimos ocho años. Supone una reducción del 55,62% desde 2012, cuando consiguió su máximo del periodo: 1.706,15 millones. Pero el tijeretazo comenzó ya en 2017 y continuó el año siguiente. Casi el 46% del recorte de los últimos tres años se produjo en ese bienio.

También cayeron con fuerza las inversiones públicas recibidas por Baleares, un 48% en dos años: en 2014 se quedaron con sólo 74,33 millones de euros. En La Rioja el recorte ha sido de otro 48,7% desde 2012 hasta este ejercicio, en que sólo se le han reservado 38,48 millones de euros.
 
LOS VALENCIANOS SON LOS CUARTOS POR LA COLA

A la Comunidad Valenciana, al igual que a Cataluña, se le ha asignado en 2019 la mayor partida de los últimos ocho años, 1.189,88 millones de euros, tras aumentarla en un 61% respecto al ejercicio anterior. En 2017 sus fondos fueron recortados en un 41,6% respecto a los recibidos en 2012. No obstante, ha sido la sexta comunidad que más dinero recibió hasta 2018 y la subida de este año le permite quedar la cuarta en el ránking. Pero en el reparto per cápita los valencianos son los cuartos por la cola, con 1.306,76 euros en los ocho años considerados, por debajo de Madrid y sólo por delante de Canarias, Navarra y Baleares.
 
EXTREMADURA Y CANTABRIA, LÍDERES PER CÁPITA EN 2019

También Extremadura ha conseguido este año el máximo de fondos públicos para inversiones desde 2012, 491,89 millones de euros, gracias a un alza del 27,35% su presupuesto. En el periodo considerado es la décima comunidad por cantidades absolutas. Sin embargo, en la distribución per cápita, ha sido la cuarta de la clasificación en todos los años menos en 2019, en que pasa a ser la líder de la inversión pública: recibe 459,52 euros por habitante, más que Castilla y León –452,36 euros–, Cantabria –424,66 euros– y Aragón –410,93 euros–.

Algo parecido ocurre con Cantabria. Es la tercera comunidad que más dinero por habitante ha tenido asignado desde 2014 hasta 2016 e incluso en 2017 pasó a ser la segunda y en 2018 la primera. De hecho, desde 2012 ha duplicado la cuantía de sus fondos per cápita, desde 205,8 euros hasta 424,66 euros.
 

9 de junio de 2013

PENSIONES: DEMOGRAFÍA O IDEOLOGÍA ¡?

NO ES LA DEMOGRAFÍA SINO LA FALTA DE INGRESOS AL SISTEMA LO QUE PONE EN RIESGO LAS PENSIONES

   Hace décadas que el Sistema (Banca, Aseguradoras, los Gobiernos NeoCon, etc. .... en adelante CAPITALISMO) quieren meter mano a las pensiones públicas. Es una masa dineraria tal que es muy golosa de gestionar. Tengamos en cuenta que en España puede suponer 600.000 MM al año, un 60% del PIB. Con un tratamiento de rentabilidad baja, de solo un 3%, la gestión en los mercados podría aportar a los bancos unos 18.000 millones de euros de ganancia, prácticamente los beneficios anuales del conjunto del sistema bancario en España el año pasado.
      A las Gestoras (CAPITALISMO) les encantaría dar el vuelco total a la situación y que no existiera cobertura pública y que cada uno, desde el inicio de su vida profesional, se adhiera a un Plan de Pensiones individual. Pero saben que ello no es posible, pues ellos mismos (CAPITALISMO) necesitan de unos niveles salariales bajos para aumentar el diferencial del excedente empresarial y de capital. Saben, además, que esa hipotética situación ideal para ellos podría conllevar problemas de índole social muy graves, pues habría una gran masa de población incapaz de ahorrar para la pensión, dado su nivel salarial, lo que les llevaría a una vejez de hambruna. Y de ahí a estallidos sociales molestos hay un paso.
     Por tanto el CAPITALISMO se "conforma" con situaciones intermedias, a saber, ir atemorizando poco a poco, pero sin descanso, a la población sobre la posibilidad de no recibir pensiones públicas prácticamente desde ya, ir generando psicosis para que, en la medida de lo posible, todo aquel que pueda o se lo permita su nómina, ingrese en ese mundo idílico del Plan de Pensiones (ya hablaremos algún día de cómo se gestionan esos Fondos, de forma más insegura que las finanzas públicas).
     Los distintos informes de los expertos, con los que nos bombardean periódicamente, pertencecen a esa estrategia de meter el miedo en el cuerpo social a base de utilizar teóricos economistas asépticos, que no lo son. Porque el quiz de la cuestión en el tema pensiones no está en la demografía, como ellos dicen, ni en el mayor gasto por envejecimiento, sino en la cada vez menor masa salarial sobre la que se calcula los ingresos.
     Todos sabemos que en los últimos años, el peso de la masa salarial dentro de la renta nacional ha ido disminuyendo; en 2011 del Total 100, la renta del trabajo supuso 46 y los excedentes empresariales el resto. Si la masa salarial es cada vez más baja, las aportaciones al sistema público de pensiones es menor, claro.
     Aparte de otros factores, como la productividad (cada vez es necesario menos activo para mantener a más pasivo en función de los incrementos de la productividad) o el paro (una sociedad con casi el 30% de paro no puede ser viable en sí misma, ni en pensiones, ni en nada), lo verdaderamente importante en el tema pensiones es que las clases asalariadas aumenten su nivel de renta en el conjunto de la Contabilidad Nacional, ni más ni menos (en los últimos 15 años nos hemos alejado de la media UE hasta 10 puntos, es decir, en el resto de Europa los salarios pesan más, en España, cada vez menos).